2011-07-12 11:15:54https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=172

El monte Tabor se eleva en la llanura de Izreel (que significa: “Dios siembra”). Aunque si es alto solo 580 metros, debido a sus características particulares ha siempre capturado la atención de todos. El autor del salmo 89 ha tal vez un poco exagerado comparándolo con el monte Hermón: «Tuyo es el cielo, tuya la tierra: tú cimentaste el mundo y todo lo que hay en él; tú has creado el norte y el sur, el Hermón y el Tabor aclaman tu Nombre» (Sal 89,12-13).


Algunas noticias

En la biblia la primera citación de este monte se encuentra en el libro de Josué, cuando se describen los confines de la tribu de Zabulón: «La tercera suerte le tocó a los hijos de Zabulón con sus clanes. El límite de su herencia se extendía hasta Sarid; después subía al oeste, hacia Maaralá, y llegaba hasta Dabéset y hasta el torrente que está frente a Iocneam. Partiendo nuevamente de Sarid, el límite iba al este, hacia el levante, hasta llegar a Quislot Tabor; luego llegaba a Daberat y subía a Iafia” (Jos 19,10-12).

Pero fue con el libro de los Jueces que el monte Tabor adquirió fama entre los hebreos. En efecto, lo profetiza Débora, jueza en Israel, y Barak aquí empiezan a derrotar, con sus diez mil hombres, el más fuerte ejército del rey de Azor, que oprimía a los israelitas desde hace veinte años. Esta victoria fue determinante para la conquista definitiva de la grande y rica llanura de Izreel y de todo el norte (Jcs 3 y 4).

La Biblia habla aún del Tabor en Oseas, cuando el profeta denuncia al rey de Israel, a los sacerdotes y al pueblo que habían abierto las puertas al culto idolátrico: «¡Escuchen esto, sacerdotes, presta atención, casa de Israel, atienden, casa del rey, porque el juicio es con ustedes! Sí, ustedes han sido una trampa en Mispá y una red tendida sobre el Tabor. Ellos ahondaron la fosa de Sitím y yo los voy a corregir a todos. Yo conozco a Efraím y no se me oculta Israel: porque tú, Efraím, has inducido a la prostitución, Israel se ha vuelto impuro. Sus acciones no los dejan volver a su Dios, porque hay en medio de ellos un espíritu de prostitución y no conocen al Señor» (Os 5,1-4).

Jeremías en cambio cita el Tabor en uno de sus “oráculos contra las naciones” para describir en modo plástico la superioridad del rey de Asiria respecto al del faraón, rey de Egipto: «Palabra que el Señor dirigió al profeta Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó para atacar al país de Egipto […] Tu muchedumbre tropieza y cae, y se dicen unos a otros: “¡Arriba, volvamos a nuestro pueblo, a nuestra tierra natal, lejos de la espada destructora!”. Den este nombre al Faraón, rey de Egipto: “Puro alboroto, pero a destiempo” ¡Juro por mi vida – oráculo del Rey cuyo nombre es Señor de los ejércitos – que alguien vendrá, como el Tabor entre las montañas y como el Carmelo sobre el mar!» (Jer 46,13.16-18).

La transfiguración

Hoy el nombre de este monte es muy conocido en todo el mundo gracias a los Evangelios sinópticos. Reportamos el texto de Marcos:
«Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevo a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: “Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos» (Mc 9,2-8).

Ni Marcos, ni Mateo y Lucas revelan el nombre del monte. Sin embargo, es natural la curiosidad de saber donde sucedió un hecho tan excepcional. A lo largo de la historia se han hecho tres hipótesis para localizar la transfiguración: el Hermón, Netofa y el Tabor. Veamos por qué:

Hermón: Marcos y Mateo hablan de un “monte alto” y están interesados en decir que Jesús se transfiguró pocos días después (seis) de la profesión de Pedro y la promesa de parte de Jesús de hacer de él el fundamento de su Iglesia. Esto tuvo lugar en las cercanías de Cesarea de Filipo, que estaba en las faldas del monte Hermón.

Netofa: está poco lejos del lago y atravesado por un camino seguramente muy transitado por Jesús.

Tabor: también este es considerado un “monte alto” y “los seis días” pueden indicar un desenlace del cuadro precedente. Además el milagro de Naím confirma que también la zona en torno al Tabor era una zona normalmente transitada por Jesús. La transfiguración sucede durante la última subida hacia Jerusalén y el Tabor estaba cerca del itinerario que luego subía hacia la Samaría. En fin, las fuentes antiguas y la arqueología están a favor de esta hipótesis. En efecto, lo son ya sea Orígenes en su comentario al salmo 89,13, que Eusebio de Cesarea, Cirilo de Jerusalén que en una de sus catequesis dice: «Éstos (Moisés y Elías) estaban presentes a la par de él cuando fue transfigurado sobre la montaña del Tabor» (D. Baldi, Enchiridion Locorum Sanctorum, 480.91.93).

Por otra parte el Anónimo de Piacenza escribe en el 570 de haber visto sobre el Tabor tres capillas como recuerdo de las tres chozas de las que hablaba Pedro.

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