2013-04-29 07:36:18https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=697

En estas primeras cuatro semanas he frecuentado aquí en Estrasburgo un curso intensivo del idioma francés. Al principio éramos 24 estudiantes provenientes de los cinco continentes, pero a partir de la tercera semana nos dividieron en dos grupos (¡posiblemente para separar a los “asnos” de los demás!) y así con algunos nos hemos conocido mejor.


Lo primero fue la formación de ocho equipos de tres, elegidos con cuidado de manera que fuéramos muy diferentes, y así mis compañeros fueron un chico de Pakistán y una chica de Corea del Sur. Estaba completamente prohido hablar en otro idioma y debíamos trabajar juntos y comunicarnos con los demás grupos… ¡A veces parecía una comedia! Pero, ¿quién podría imaginar cuál ha sido mi primera sorpresa? El hecho de descubrir que un gallo vietnamita canta de un modo completamente diferente a uno de los USA y que lo mismo vale para los otros casos, fue muy divertido escuchar a cada uno mientras imitaba el canto del gallo de su proprio país, ¡algunos eran hasta un poco ridículos! Seguramente esto no tiene mucho que ver con el tema, pero deseaba solo expresar la idea de como un idioma a pesar de las grandes diferencias entre las personas se convierta en un medio de comunicación y de unidad.

Las lecciones abarcaban varios aspectos del idioma y de la cultura francesa. Se hablaba de todo un poco, de cosas importantes y de otras a veces superficiales, menos que de religión porque Francia es un Estado laico (es decir que respeta la religión pero no permite que en las intituciones públicas se de espacio al tema). La contradicción, y un punto contra los franceses, era que de los 24 alumnos solamente dos se declararon ajenos a la religión, los demás todos creyentes aunque si pertenecientes a direfentes religiones (por ejemplo los asiáticos).

Uno de los eventos más interesantes fue la visita al Consejo de la Unión Europea que formaba parte de nuestro programa. Esta organización política fue creada en 1947, después de la segunda guerra mundial, precisamente para promover la reconciliación y la reconstrucción del continente después de tantas guerras devastadoras. Actualmente son 47 los estados miembros y su campo de acción abarca casi toda Europa. Entre sus fines principales están la promoción de la democracia y de los derechos de la persona. La elección de Estrasburgo como sede de esta institución conocida en todo el mundo es simbólica y al mismo tiempo estratégica, ya que esta zona (dos regiones: Alsace y Lorraine) ha sido campo de batalla en varias ocasiones. (Dicho entre paréntesis: Carlos de Foucauld y su hermanita María fueron llevados – de Estrasburgo hacia Nancy – de parte del abuelo por causa de la guerra en el 1870).

Volviendo al tema principal, todas las mañanas (caminando o en bici, muy común en este lugar), como en los viejos tiempos, fui de nuevo a la “escuela primaria”, por la tarde hacía mis tareas con la preocupación de las preguntas del día siguiente. No se cuanto haya yo aprendido, pero puedo decir que desde el primer día era bien motivado ¡como aquella viejita que aun no quería morir porque quería seguir aprendiendo! No obstante, debo añadir que éramos un grupo eterogeneo también por la edad, por la profesión y por nuestros objetivos.

Resumiendo: en un mes he visto un poco de cosas y personas diferentes, he también aguantado el cambio del clima porque hace un mes llegué con el abrigo, y casi no era suficiente en los primeros días, hasta el calor casi del verano del momento actual. Por lo menos he aprendido a decir:

À bientôt – ¡Hata pronto!

Oswaldo Curuchich

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