2012-06-20 20:57:00https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=506

El teólogo australiano Gerald O’Collins, escribiendo sobre la salvación cristiana, asegura de haber leído varios libros sobre la rendención y concluye que casi todos loas autores parecen condividir el mismo y callado presupuesto: «Los adultos son los únicos testimonios dignos de ser escuchados respecto a la condición humana; es en los términos adaptos a los adultos que deberíamos estudiar y medir la redención.

Los niños entran de alguna forma en el discurso, ellos vienen hechos a un lado simplemente como seres humanos que están sobre la via que conduce a la edad adulta». Pero, O’Collins – compartiendo la convicción de otros estudiosos – atribuye una gran importancia a los niños consideràndolos «como personas que son espontaneamente religiosos y experimentan el profundo significado de la existencia humana, que tienen una propia vida espiritual y son profundamente contemplativos» (Jesús nuestro redentor. La via cristiana hacia la salvación).

Sobre la fe y la vida espiritual-contemplativa de los niños se está realizando el Oratorio en estos dìas en las parroquias a cargo de nuestra fraternidad. La parroquia de Borroni, dedicada a san Egidio abad es la que atraye el mayor mayor número de participantes. Este año se está tocando la cima di 270 niños inscritos. En ayuda al tema central ha sido propuesta la figura de Antonietta Meo, conocida como Nennolina, la niña romana que a apenas siete años de edad ha alcanzado el paraíso y ahora es una Sierva de Dios, entonces próxima a la beatificación. Un caso excepcional, considerando el modo común en que se entiende la fe de los niños. Las Cartitas que Nennolina escribía regularmente a Jesús y a la Virgen, sobretodo durante los años de la enfermedad, son los documentos preciosos que han inspirado a nuestro hermano Gabriele en la preparación de todo el programa.

Miércoles 20 de Junio, a las 10:00 am, una visíta esperada y agradable: Caterina Prosperi, la “abuelita” de Colfiorito (localidad cercana a Foligno) quien fue la babysitter de la pequeña Antonietta, en Roma. A pesar de sus 96 años y la fatiga en el caminar, mantiene una muy buena lucidez y sobre todo conserva vivo el recuerdo de Nennolina, la niña que ha llenado de alegria su larga vida. Talvez ella misma no imaginaba una presencia tan numerosa de niños interesados a “su” niña. Tenía los ojos radiantes cada vez que respondía a las preguntas que los representantes de grupo le dirigían.

El ambiente era verdaderamente agradable: un gran entusiasmo y participación de parte de los niños, los cantos inspirados a las “oracioncitas” de la pequeña Sierva de Dios, el testimonio de Caterina que ha insistido en el convencer a los niños que Antonietta Meo no era diferente a ellos en cuanto amaba a las personas, era alegre, sabía jugar estando sola y en compañía y algunas veces ¡hacía tambien caprichos! Sin embargo, agregava, «hablaba con Jesús». De frente a la pregunta si Nennolina habría querido participar a “este” oratorio, la abuelita ha resuelto maravillosamente diciendo simplemente: ¡«Antonietta está aquí»!

Ha sido dirigida a los niños la invitación a escribir la propia carta a Jesús para contarle los sentimientos que llevan dentro. Hasta ahora han sido recibidas almenos 200 cartas que los niños depositan en las cajas hechas para la ocasión… En fin, tal vez es necesario recordar que Alguien dijo un día: «Si no os convertireis como estos niños non entreréis en el reino», y talvez podremos continuar reflexionando sobre el por qué la mayor parte de los adultos considera los años del catequismo sólo una costumbre (cuando no lo creen una obligación) para que los niños puedan recibir los sacramentos y nada mas…  ¿Y la fe? ¿Y si Nennolina no fuera solo un caso excepcional?

 

C. Oswaldo Curuchich

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