Peregrinos hacia el Tabor

El monte de la Transfiguración es una de las metas irrenunciables para quien viene en la Tierra del Santo. En general para llegar se parte de Nazaret y la distancia que lo separa se puede cubrir en tres modos diferentes.

El más común es aquel (si se viaja en pullman) de llegar al parqueo entre Daburye y Shibli para luego subir hacia el monte con los taxis.

El segundo es el de llegar ya nominado parqueo y luego hacer la subida a pié.

El tercero, el más bonito y dificultoso, prevé el siguiente recorrido: Nazaret, Nazaret-Illit, Churchil Forest (siguiendo el sendero a media costa sobre la llanura), Daburye, curvas que conducen al santuario (cortando cuando hay un sendero adecuado). Solo la llegada necesita casi tres horas, como lo afirman nuestros hermanos y los diferentes grupos que han realizado el peregrinaje.

Cualquiera que fuere la decisión, popo a poco mientras se sube la última parte del Tabor, las curvas ofrecen una vista fascinante sobre la llanura de Izreel.

El santuario franciscano

Se entra por la puerta del viento (Bab al-hawa). Era la única para entrar en la grandiosa fortaleza construida por los musulmanes luego de la victoria de Hittín sobre los cruzados. Algunos restos se notan aún en la plaza del parqueo y al rededor de la basílica.

Continuando a lo largo del vial que conduce al santuario se pasa frente a la antigua capilla dicha de los descendentibus: «Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”» (Mt 17,9).

Cuando se llega frente al convento y a los locales de recepción aparece la basílica en su austera belleza, hecha particularmente atrayente gracias a los módulos que evocan el estilo románico-siríaco, que tuvo su apogeo entre el IV y el VII siglo. Las torres a los lados de la fachada se apoyan sobre los restos de las antiguas capillas de Moisés y Elías.

Entrando se tiene un momento de atención que abraza el templo en cada particular. Esto gracias a su luminosidad. Tiene tres naves con la cripta bien evidenciada puesta en el fondo de la nave central y sobre montada por el presbiterio suspendido a mitad del ábside y alcanzada por dos escaleras que parten desde las naves laterales. En la parte superior del ábside resalta el mosaico de la transfiguración.

La basílica, iniciada por la custodia de la Tierra Santa en 1919, fue terminada y consagrada en 1924. Es obra del arquitecto Barluzzi, del que se conserva un retrato en bronce sobre la roca frente a la fachada.

Otras noticias

El Tabor por sus características y su historia ha sido siempre lugar de oración.
Hace algunos años un amigo fraile me hizo visitar, bajo la cripta del santuario, una roca que había servido para el culto cananeo. Probablemente también los hebreos de las zonas circunstantes fueron atraídos, como da a entender la página de Oseas que ya citamos.
Los cristianos, como hemos visto, construyeron dos capillas, que alguien seguramente cuidaba.
En el 670 Arnulfo encontró sobre el Tabor muchos monjes. Un documento del IX siglo habla de dieciocho monjes al servicio de cuatro iglesias.
Los cruzados encomendaron este lugar a los benedictinos que construyeron un santuario y un convento fortificado, y los restos son visibles a la par de la basílica. A poca distancia de los benedictinos vivía una comunidad de monjes griegos, como veremos más adelante.
En 1263 el famoso sultán Bibars, como había hecho en Nazaret y en otras partes barrió con toda presencia cristiana. Finalmente en 1641, gracias a la benevolencia del emir druso Fakhr ad-Din, los franciscanos pudieron volver a tomar esta presencia edificando una iglesia y un hospicio para los peregrinos.

El santuario ortodoxo

Saliendo por la puerta del viento llegamos al primer cruce y si se va a la derecha se llega al monasterio ortodoxo. A lo largo del camino se nota la parte norte de las murallas de la fortaleza musulmana.
El convento y la iglesia actual surgen sobre el lugar donde, en 1183, algunas tropas de Salah ed-Din, luego de haber intentado en vano de penetrar en el vecino convento benedictino, destruyeron la iglesia de san Elías y masacraron a todos los monjes griego-ortodoxos.

La iglesia actual de san Elías, luego de la Transfiguración, es del 1862 mientras que el monasterio lleva en la fachada la fecha de 1911.

El monasterio actualmente está habitado por una comunidad femenina y probablemente son acogidos sólo peregrinos ortodoxos. Lo deducimos del hecho que cuando Marco y yo pedimos de poder visitar el lugar para dar una descripción detallada, conocida nuestra nacionalidad, con amabilidad, fuimos invitados a ir al santuario católico. En los varios tentativos hechos precedentemente sólo una vez he podido entrar. Gracias al hermano Agostino que, excelente políglota, con su rumano, convenció a la monja guardiana de hacernos entrar. De aquella visita me ha quedado el recuerdo de hermosos íconos.

Una nota final sobre la fiesta del 6 de agosto en el Tabor

Los cristianos de la Galilea aman mucho la fiesta de la transfiguración y participan numerosamente a las celebraciones litúrgicas que se desenvuelven con la máxima solemnidad. Lo que hace entender aún más cuanto la devoción sea radicada es saber y constatar que muchos de los participantes están sobre la montaña desde el día precedente para poder vivir intensamente los diversos momentos de oración y tener un lugar seguro en el momento culminante de la fiesta.

Alvaro Rossi

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