2013-07-30 11:57:04https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=788

Este título podría parecer incomprensible o exagerado, pero ahora me explico. En estos días hemos recibido con mucha algría la visita de algunos amigos de Estrasburgo (la ciudad natal del Padre de Foucauld) para preparar el peregrinaje europeo que cada año realiza la Fraternité Monastique de Jérusalem (Monjes de la ciudad).

Hemos publicado anteriormente sobre la peregrinación a Mont-Saint-Michel (Francia), aquel lugar magnífico y único en todo el mundo. La belleza de la antigua abadía construida sobre una sólida roca en medio del oceano ha quedado grabada en la memoria de todos los participantes a esa iniciativa. Pues bien, después de una experiencia de ese tipo no era fácil encontrar otro lugar lleno de espiritualidad que pudiese “competir” con el santuario encomendado a la protección del poderoso Arcángel San Miguel. Es así como surgió la brillante idea de responder con la humildad y mansedumbre de San Francisco de Asís y la belleza de la región italiana Umbria. La presencia en Florencia y en Roma de la Fraternidad de Jerusalén ha facilitado la elección de la meta del próximo peregrinaje.

Para nosotros fue una noticia agradable saber que vendrían a visitarno el hermano Jean-Paul y algunos colaboradores para inspeccionar los lugares franciscanos en particular. Por el hecho de haber llegado en Sassovivo de madrugada, nuestros amigos han podido disfrutar, en un gran silencio, el amanecer acompañado de una verdadera sinfonía ejecutada por los pájarillos del bosque. Uno de nuestros visitantes no pudo resistir y comentó espontaneamente: “¡Aquí es como un pequeño Mont-Saint-Michel!”. Habrá sido una inspiración instantanea, o el cansancio después de un largo viaje, pero de hecho, la comparación no es tan ilógica: la Abadía de Sassovivo está fundada sobre la roca, en lugar del oceano hay un bosque tupido y verde que abraza el edificio y en lugar de la preciosa iglesia de Mont-Saint-Michel podríamos colocar el magnífico claustro de Sassovivo construido en el siglo XII-XIII…

Dejando a un lado la poesía, lo más importante es subrayar que los vínculos de amistad entre nuestra pequeña comunidad y la de los hermanos y las hermanas de Jerusalén se están intensificando, y ahora podemos decir también con los paisanos de Charles de Foucauld. Aun recuerdo con mucha alegría y gratitud el periodo que viví con ellos en Estrasburgo hace pocos meses y la visita que nos han hecho en estos días nos ha permitido compartir con ellos momentos de oración y de fraternidad, sobre todo el domingo día del Señor.

El peregrinaje está programado para el mes de junio del 2014, pero considerando que los participantes vendrán de diferentes países europeos los detalles deben aun tomar forma concreta, pero si de una u otra forma este mensaje pudiese alcanzar a los jóvenes que vendrán, deseamos desde ahora expresarles nuestra amistad y darles la bienvenida.

C. Oswaldo Curuchich

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