2011-06-25 14:58:09https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=138

Los domingos en la Abadía de Sassovivo, sede del priorato de los Hermanitos de Jesus Caritas, a menudo la eucaristía es celebrada por una asemblea variada porque muchas veces se unen al grupo fijo de feligreses varias personas que visitan o son huéspedes de la Comunidad.

El pasado domingo 19 de junio (Santísima Trinidad), al inicio de la celebración, el padre Prior Gian Carlo presentó un bonito grupo de familias entre las cuales hubo varios niños y jóvenes, ¡pero sobre todo algunos abuelos bien joviales!, que venían de Bracciano, una pequeña ciudad de orígenes muy antiguas cerca de Roma, famosa también por el majestuoso Castillo Odescalchi junto al lago del mismo nombre. El grupo era encabezado por el padre Luigi, párroco, amigo de los Hermanos, sobre todo se hizo notar el coro que cantó durante la misa.

Lo interesante de este grupo es que está construyendo una nueva iglesia parroquial y será dedicada a Jesús Salvador y al Beato Carlos de Foucauld. Según el programa será inaugurada en abril o mayo de 2012. Será la segunda en Italia, pues la primera dedicada a Jesús de Nazaret y a “nuestro” Beato se encuentra en la ciudad nórdica de Milán. Pero cuidado, ha invitado el Hermano Oswaldo en la homilía, recordemos que el Hermano Carlos de Jesús no conocía ni practicaba la “devoción” como nostros la conocemos y practicamos. De hecho, escribe el Beato: «Miremos a los santos, pero no contemplemos a ellos, más bien contemplemos junto a ellos a Aquel che ha dado significado pleno a su vida. Sigamos sus ejemplos, pero sin detenernos por un largo tiempo, tampoco tomemos como modelo completo a este o a aquel santo, imitemos de cada uno aquello que nos parece más conforme a las palabras y a los ejemplos de Nuestro Señor Jesucristo, el solo y único modelo, sirviéendonos así de sus lecciones no pare imitar a ellos, sino solo para imitar mejor a Jesús».

Es a Jesús que debemos mirar e imitar, ha continuado Oswaldo, siguiendo el Evangelio y no los consejos -como dice en otra parte el Padre de Foucauld- «de este o de aquel libro de este o aquel maestro espiritual, de este o aquel doctor de la Iglesia, de este o aquel santo».

Analizando detalladamente la vida de Carlos de Foucauld, recordando su prudente consejo, podemos aprender, entre varias, dos lecciones: su deseo de ser «hermano universal» y su esfuerzo en la búsqueda del «último lugar». Un tema este que no significa más que vivir plenamente la vida cotidiana que el Señor nos ha donado, porque hablemos de Jesús a los demás -el único punto fijo- predicando el Evangelio con la vida, en las actividades de cada día.

Preparándose al acontecimiento del próximo año, los amigos de Bracciano desean empezar a conocer un poco mejor la vida del Beato. De hecho, después de la valiosa introducción del Hermano Oswaldo, por la tarde ha sido el turno del Prior Gian Carlo que ha enriquecido la jornada con su larga experiencia siguiendo las huellas del Hermano Carlos de Jesús.

Massimo Bernabei

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