2011-07-08 05:28:49https://www.jesuscaritas.it/wordpress/es/?p=169

Tabgha, la actual denominación de la zona lacustre donde están los santuarios de la multiplicación de los panes y pescados y del primado de Pedro, deriva del antiguo nombre griego Heptapegon, “lugar de las siete fuentes”, porque allí nacen varias fuentes que dan vida a riachuelos que desembocan en el lago. En el evangelio el lugar se llama probablemente Ma-Gadan, “aguas de Gad” o “aguas de la felicidad” (Pixner, Galilea quinto evangelio, p. 29).



SANTUARIO DE LA MULTIPLICACIÓN

Iniciamos desde el primer santuario que, con toda probabilidad, surge sobre los campos verdes donde Jesús hizo sentar a grupos de cien y de cincuenta y a sus oyentes y los sació con los cinco panes y los dos pescados multiplicados con abundancia, tanto como para saciar a más de cinco mil personas. ¡Incluso sobraron doce cestas!

Es interesante que este milagro lo reporten todos los evangelistas, que concuerdan también en los particulares, aun usando fuentes diferentes (Mt 14,13-21; Mc 6,32-44; Lc 9,10-17; Jn 6,1-15).

El primer santuario en recuerdo del impresionante milagro surge al final del IV siglo. Lo confirma una moneda del emperador Honorio datada entre el 395 y el 408. Como sugiere padre Loffreda, en su libro “Los santuarios de Tabgha”, la moneda fue encontrada en las fundiciones de esta iglesia en 1970. De tal iglesia nos habla Egeria: “Hay también, sobre el mar, un prado con mucha paja y muchas palmas y allí cerca las siete fuentes, de las cuales cada una contribuye una buena cantidad de agua. En ese lugar el Señor ha saciado al pueblo con cinco panes. La piedra sobre la cual el Señor colocó los panes, ha sido transformada en altar… A las orillas de los muros de la iglesia corre el camino sobre el que el apóstol Mateo tenía su puesto de aduana” (Pixner, p. 35).

En el período bizantino, en lugar de la pequeña iglesia, fue levantada una basílica con tres naves y a la par un monasterio. Hoy de todo ello quedan los estupendos mosaicos que, restaurados, se pueden admirar en la iglesia actual.

El santuario bizantino cayó en ruinas con la ocupación árabe. Hasta los años treinta del siglo pasado no se tienen muchas noticias que les conciernen. En 1932 iniciaron las excavaciones y en 1936 aparecieron los preciosos mosaicos, entre los más bellos de los que quedan en la Tierra del Santo. En ese año inició también la construcción de la iglesia actual. En 1956 surge el monasterio benedictino.

La iglesia actual, en estilo románico y con piedras no locales, recalca el perímetro de la iglesia bizantina. Bajo el altar, a la par de la piedra citada por Egeria, está el pequeño pero famosísimo mosaico con el cesto de los panes y los dos pescados.

Cerca de la iglesia pasaba la Via Maris, mientras no muy lejos se encuentra la localidad de Dalmanuta (Mc 8,10), un óptimo lugar para hacer retiro y un poco más allá se ve Tel Kineret con sus ruinas. Era el centro más importante de la tribu de Neftalí y fue destruido por Tiglat Pileser III durante la invasión asiria del 733 a.C. Hubo tentativas de reconstrucción pero en época helenística la colina fue abandonada definitivamente y el nuevo pueblo, con el nombre helenizado Genesaret, surge en la llanura de Ginnosar, a cerca 200 mts. del Tel.

SANTUARIO DEL PRIMADO

Aquí la tradición cristiana ha ambientado el capítulo 21 del evangelio de Juan, uno de los más bonitos y vivaces del Nuevo Testamento, el de la pesca milagrosa después de la Resurrección, del desayuno sobre la playa preparado por el Maestro y el diálogo conmovedor con Pedro que cancela, con la triple constatación de amor sufrido, la triple negación que aún lo oprimía. Y con el perdón también la confirma de su servicio en la Iglesia.

La primera citación de este lugar se encuentra siempre en Egeria que vio “algunas gradas de piedra sobre las que estuvo el Señor”. Esas que aún podemos ver hoy bajando de la iglesia al lago. La peregrina no habla de iglesia en ese lugar. Sin embargo, en las excavaciones hechas por padre Loffreda en 1969 se puede sostener que entre finales del IV siglo e inicio del V siglo había una iglesia y sus muros perimetrales en piedra basáltica son aún visibles.

Un documento del 808 habla de esta iglesia custodiada por un sacerdote y dos clérigos.

Con la derrota de los cruzados la iglesia fue destruida. La que conocemos ha sido construida en 1933 sobre las fundiciones de la antigua. En su interior se encuentra la roca sobre la que Jesús, según la fe popular, preparó la mesa para los discípulos. De aquí el nombre de “Mensa Christi”. Aquí se arrodillaron Pablo VI (“He aquí el verdadero Vaticano” exclamó en esa ocasión) en 1964 y Juan Pablo II en el 2000.

Este es uno de los lugares en las orillas del lago donde, en ciertos momentos, se puede hacer experiencia de auténtica contemplación.

Alvaro Rossi


169open